martes, 30 de marzo de 2010

39.- La mente actúa de mil maneras (VI): Síndrome de Adaptación General


La respuesta de los mamíferos y del hombre, en concreto de los mamíferos al estrés, permite responder rápidamente ante una situación
nueva y de amenaza.

La respuesta de los mamíferos y del hombre, en concreto de los mamíferos al estrés, permite responder rápidamente ante una situación nueva y de amenaza. Muchas funciones como es la reproducción o la alimentación, quedan eliminadas temporalmente durante las fases del estrés, en cambio otras se potencian como es por ejemplo, la aceleración de la frecuencia cardíaca o de la respiración, quedando el individuo en estado de alerta, aportando en mayor medida el riego sanguíneo, el oxígeno y los nutrientes al cerebro y diversas partes del sistema nervioso central. Los estímulos estresantes de fuerte impacto, se sea o no consciente de ello, desencadenará una respuesta denominada síndrome por estrés.

Fotografía perteneciente al contenedor de imagenes de Google.
Código: hqdefault.jpg

La respuesta al estrés, no es otra cosa que una estimulación de las glándulas suprarrenales y anulación temporal de las defensas inmunitarias, debido a una concentración elevada de hormonas corticales en circulación. Diversas experiencias en la vida de los animales, puede influenciar la forma y la intensidad de su comportamiento, y podemos considerar tres niveles de control: estado de preparación con implicación de andrógenos, estrógenos y hormonas del cuerpo lúteo; capacidad de respuesta rápida a la tensión o estrés, mediante la adrenalina; capacidad de respuesta a la tensión lenta y sostenida, mediante los corticoides suprarrenales.
La adrenalina actúa rápidamente en conjunción con el sistema nervioso simpático para preparar el cuerpo para el ataque o la fuga. La adrenalina, prepara al individuo para ser más eficaz ante la aparición de agentes estresantes y prepara al cuerpo para ello, con aumento del ritmo cardíaco y de la presión sanguínea; vasodilatación general de todo el cuerpo; aumento de la afluencia de sangre a musculatura esquelética, cerebro e hígado un 100%; aumento de la concentración de glucosa en sangre; inhibición de los procesos digestivos y de las funciones reproductoras y, por último, liberación de ansiedad.
Veamos el proceso del síndrome de adaptación general, provocado por un efecto de tensión o estrés mantenido en el tiempo y, que pueden provocar, el miedo y pánico comentados en apartados anteriores.
En ocasiones, la adrenalina actúa promoviendo la liberación de la denominada hormona trófica de la corteza adrenal, y la consiguiente liberación de corticoides por las capsulas suprarrenales, de esta manera se consigue preparar el cuerpo para que se ajuste prolongadamente al estrés. Otra hormona, la noradrenalina, actúa manteniendo la presión sanguínea. Este proceso no necesita ser consciente del estrés, y generalmente son procesos internos de los que no nos damos cuenta, no somos conscientes de ello.
Si el estrés sigue patente, la hormona trófica de la corteza adrenal de la glándula hipófisis induce la secreción de esteroides, como son la cortisona, el cortisol y la corticosterona, que contribuyen a preservar el balance iónico de la sangre y de los fluidos de los tejidos.
Las reacciones de estrés, representan respuestas biológicas a demandas elevadas del entorno, como son calor, luz, ruido o choques emocionales. Ante toda señal o perturbación de cierta intensidad, muy cargada emocionalmente (como puede ser el miedo o el pánico repetitivo), el organismo reacciona de la misma manera que ante cualquier otra agresión, siguiendo tres etapas que se desarrollan cronológicamente de la siguiente manera.
La reacción de alarma, se produce cuando el organismo moviliza sus fuerzas, aumentando el tono simpático, liberación de hormonas catecolaminas como la adrenalina, a nivel del sistema nervioso y de los órganos periféricos. Ahora, la hipófisis activada por el cerebro, libera hormona trófica de la corteza adrenal que, inducirá la liberación de esteroides a sangre. Estos estimularán y controlarán la rápida respuesta del animal no humano y humano a la emergencia, contribuyendo a estabilizar al individuo, estos procesos son imperceptibles.
La fase de resistencia, se presenta cuando la tensión o el estrés prosigue, luchando el organismo contra las perturbaciones exteriores y desarrolla ahora muchas estrategias para hacerles frente. Las respuestas hormonales que se producen, tienen como función primordial que el individuo pueda resistir la agresión estresante, pero si se prolongan demasiado en el tiempo,, pueden conducir a la aniquilación masiva de sus defensas inmunitarias, tal como comentábamos en el caso del miedo y de pánico. La mayor demanda de ahora de corticosteroides, induce el crecimiento suprarrenal. Si la situación de estrés continúa, lleva al individuo a la etapa patológica.
La fase de agotamiento, está representada por un origen de perturbaciones mayores. El cuerpo no es capaz de soportar cargas elevadas de corticosteroides, debilirtándolo poco a poco, llegando incluso a la muerte de individuo.

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