lunes, 19 de abril de 2010

50.- Grandes depredadores-1: Las pirañas.


Se necesitaría un gran banco de estos peces, cerca de 400 ó 500 individuos por lo menos, para poder devorar a un hombre de 80 kilos en pocos minutos.
Los ríos sudamericanos, en muchas ocasiones están plagados de pirañas, también denominados por los nativos pez diablo. Son peces carnívoros de agua dulce que están presentes en grandes extensiones como es la Amazonía o, en grandes ríos, como el Orinoco. Son animales no demasiado grandes, unos 20 cm, pero dotados de unos afiladísimos dientes, capaces de traspasar el acero y, de un agresivo inusual ante la presencia de carne de cualquier tipo. Los denominado vientres rojos, del género Serrasalmus, son los más peligrosos para el nativo, sólo en alguna ocasión, le han atacado.
Cuando atacan a los animales, suelen ser más pequeños que ellas, pájaros, insectos, ranas, lo hacen sin piedad y, en unos pocos minutos, la víctima queda reducida a los huesos, también son atraídas por la agitación de las aguas y el olor a sangre. Hay otras muchas especies que comen frutas y semillas que caen de los árboles y, en momentos puntuales también comen vegetales. Mirando por Internet, he podido averiguar que las especies mas peligrosas de pirañas son la negra o pez tigre, la piraya, la roja y la de boca de fuego. Las pirañas rojas y las pirañas negras, se pueden mantener en los acuarios.

Fotografía perteneciente al contenedor de imagenes de Google.
Código: piranas-01-696x464.jpg
En gran cantidad de ocasiones, los nativos se bañan tranquilamente en las aguas frecuentadas por las pirañas, además de utilizarlas como un alimento cotidiano. No hay datos recientes de ataques a los seres humanos, pero se necesitaría un gran banco de estos peces, cerca de 400 ó 500 individuos por lo menos, para poder devorar a un hombre de 80 kilos en pocos minutos. La mayor parte del tiempo se alimentan de peces, carroña y algunas veces de las plantas de la ribera de los ríos sudamericanos. Las actuales pirañas tienen una sola fila de dientes triangulares como la hoja de una sierra y cada diente de sierra, sería un pequeña hoja de afeitar. Es frecuente el canibalismo entre las pirañas.
La cabeza es redondeada, con mandíbulas muy fuertes que soportan estos dientes que se solapan como si de tijeras se tratara, permitiendo cortar la carne de sus presas con suma facilidad. Viven en bancos de varios cientos de individuos en las riveras de los ríos y, como ya se ha mencionado anteriormente, les atrae en sumo el olor de la sangre, por lo que si eres un bañista en las zonas de rivera del río Orinoco, intenta meterte en el agua limpia y cristalina de ese río, sin temor a los ataques, siempre que se compruebe que no hay heridas en el cuerpo, si tienes alguna herida, yo no me metería por si acaso.

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