miércoles, 28 de julio de 2010

97.- Golpe de calor.

Según los especialistas este problema se acompaña de dolor de cabeza, fatiga, calambres musculares, náuseas, elevación de la temperatura corporal y abundante sudoración.

Desde el Servicio de medicina interna del hospital de Montecelo, en Pontevedra, y en uno de sus trabajos publicado por N. Piñeiro de la Unidad de cuidados Críticos, indican claramente la definición de Golpe de Calor como: una emergencia médica y causa tratable de fracaso multiorgánico (FMO). Se caracteriza por un incremento de la temperatura corporal central por encima de 40º C y alteraciones del sistema nervioso central donde predomina la encefalopatía y es típico el coma.


Los seres humanos somos homeotermos, es decir, mantenemos la temperatura corporal constante dentro de unos márgenes o límites fisiológicos. La temperatura normal de nuestro cuerpo se sitúa entre 35,8 y 37,2 º C con oscilaciones circadianas; es más baja por la mañana y alcanza su máximo entrada la tarde. Es fundamental el diagnóstico precoz y, si no se toman las medidas iniciales oportunas, la tasa de mortalidad es muy alta (hasta el 70%). El cuerpo se enfría solo mediante la sudoración. En los climas calurosos, especialmente con altos niveles de humedad, la sudoración no es suficiente. La temperatura corporal puede elevarse hasta niveles peligrosos y es posible desarrollar enfermedades causadas por el calor.

Típicamente se produce en ambientes calurosos, afectando tanto a jóvenes que realizan actividades físicas en condiciones ambientales de altas temperaturas y concentración de humedad, como a ancianos, con o sin enfermedades concomitantes, durante intensas oleadas de calor.

Para todos aquellos que se encuentran dentro de los grupos de mayores de 65 años, bebés y niños menores de 4 años, personas obesas, o personas con enfermedades respiratorias y cardíacas, con trastornos mentales, los que realizan un sobreesfuerzo físico, toman medicamentos diuréticos, antidepresivos y otros, lo mejor que se puede hacer ante una ola de calor, o gran insolación es tomar agua, zumos y bebidas frescas muy abundantemente, se tenga o no se tenga sed; comer también suficientes cantidades de frutas y legumbres. Como los gatos, hay que buscar los lugares más frescos de la casa, con las ventanas abiertas durante la noche y, evitar las actividades físicas en horas de intenso calor. Utilizar abanicos, ventiladores, sistemas de refrigeración. Evitar las comidas pesadas, el alcohol, la cafeína y las bebidas azucaradas. Protegernos la cabeza con una gorra y proteger los ojos con gafas de sol y usar cremas solares de alto factor de protección.

La insolación, ocurre cuando el cuerpo no puede mantenerse a una temperatura baja. A medida que la temperatura del aire sube, su cuerpo se mantiene fresco cuando su sudor se evapora, es la típica sensación de frescor o, refrescante, cuando llega algo de aire a la piel. En días calurosos y húmedos, la evaporación del sudor se hace más lenta o mucho más lenta, por el aumento de humedad en el ambiente. Cuando el sudor no es suficiente para bajar la temperatura de su cuerpo, la temperatura del cuerpo sube, y entonces comienzan los problemas, generalmente sin darnos cuenta.

Fotografía perteneciente al contenedor de imágenes de Google.
Código: 20161226110313a5dacd81c5fda9afdec00feb1c146f4e.jpg
Por otro lado, cuando tenemos la oportunidad de ir de vacaciones o podemos viajar a países más calurosos que el nuestro, el sol es un aspecto del viaje que se debe tener muy en cuenta en todo momento. Hay que tener especial cuidado cuando se viaja a países tropicales, porque sus climas son muy extremos, cálidos, húmedos y sofocantes o cálidos  y secos.

En definitiva, la exposición a elevadas temperaturas supone una agresión a nuestro organismo y se corre el peligro de deshidratación, el agravamiento de una enfermedad crónica o sufrir un golpe de calor. Cuando esto ocurre, es preciso dejar toda actividad durante varias horas, refrescarse y descansar en un lugar fresco, beber agua y zumo de frutas.

Luego llegarán también  otras sorpresas, pues la temperatura del mar está muy caliente. En estos momentos, la temperatura del mar en Valencia está entre 27 y 29º C, lo que se traduce en una llegada, más bien grande de medusas, dada la gran cantidad de materia orgánica. El cambio climático, también afecta en mayor medida al Mar Mediterráneo, por ser un mar cerrado; el agua se renueva cada 100 años.

Estas altas temperaturas promueven la llegada de especies tropicales y la desaparición paulatina de nuestras estrellas de mar, lo que implica que haya  mayor cantidad de medusas y de algas invasoras. Todo ello sin contar con las tormentas que normalmente tienen lugar durante las primeras semanas de Agosto, los incendios que nos esperan y las lluvias torrenciales de Octubre. 

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